13 de junio de 2011

Indígnate, de Stéphane Hessel

En este libro el autor, a través de sus experiencias y sus conocimientos, habla sobre lo que son los problemas
elementales de nuestras sociedades, desde un punto de vista particular y a la vez con un enfoque global. En casi todos los aspectos que el autor trató estamos totalmente de acuerdo con él, iniciando por ejemplo con la parte en la cual dice que nuestras economías deberían de
tener una organización distinta, una economía en la cual los intereses particulares se dobleguen ante los intereses generales, ya que si tomamos como ejemplo nuestro país, Republica Dominicana, podemos notar una gran diferencia en la distribución de las riquezas provenientes de la producción, pues aunque vivimos y nos regimos bajo un mismo Estado, las diferencias económicas en nuestra sociedad son tan evidentes que solo hace falta pasear por la ciudad para ver cómo vive la gran mayoría de los habitantes de nuestra nación a diferencia de una minoría que goza de casi todas las riquezas de nuestro país.

Por otra parte el autor también hace referencia a la necesidad de una prensa independiente del Estado, del poder del dinero y de las influencias extranjeras; es evidente que la prensa ha perdido su principal función  la cual es “informar objetivamente”, y en muchos casos se presta para distraer la atención pública de los verdaderos problemas que afectan a todas las naciones alrededor del mundo.

De todos los puntos que el autor trata en este libro, a nuestro parecer el más importante  es cuando el autor habla sobre la importancia que tiene el indignarse, el encontrar un motivo de indignación que nos motive y nos movilice a realizar cambios, que nos provoque el mantener una visión crítica ante nuestras realidades sociales; pues en todo caso la peor reacción que podemos tener es, como bien dice el Hessel, la reacción de indiferencia, de simplemente decir “no hay nada que yo pueda hacer”, pues los cambios sólo pueden ser realizados por nosotros quienes en ocasiones olvidamos que somos los verdaderos autores de nuestras realidades y que solo una visión crítica y de indignación nos llevará a producir los cambios necesarios para mejorar nuestras  sociedades, las cuales debido al evidente proceso de globalización han sufrido cambios sin precedentes, llegando hasta el punto en el que el planeta tierra no se ve tan grande como antes solía ser visto.

Cuando el autor habla de indignarse no se refiere a usar la violencia como medio para producir los cambios, todo lo contrario pues en una parte posterior del libro el autor habla sobre la no violencia y sobre los caminos que hay que seguir; en este punto al igual que en los demás estamos  de acuerdo con  Stephane Hessel, pues la historia nos ha enseñado que la violencia no puede ser eliminada con violencia.

La problemática del terrorismo que es un mal actual y los abusos que cometen los más poderosos, deberían ser espejos para todos nosotros, espejos que nos muestran las atrocidades que pueden ser cometidas por el hombre cuando sus ideales no están muy bien orientados, pero en esta parte no vamos a  abundar, y trataremos de enfocarnos en lo que debería ser el tema esencial de este análisis “la indignación”,  la cual no es más que nuestra inconformidad y reacción ante las realidades sociales que actualmente nos agobian.


Es mejor empezar a recordar sobre los “héroes” que han pasado sobre la historia y aquellos que aún por suerte viven (para hablar sobre su punto de vista por el cual lucharon y lo están viendo caer) en nuestro planeta para llevar una “igualdad” entre nosotros los humanos dependiendo de su nación, cultura, sus orígenes que han influido en un pasado o el mismo presente.

Hablando generalmente sobre el tema, estas personas lucharon hasta la última gota de su esfuerzo para repelar aquellas personas que oprimen a los que están cerca de ellos solo por tener el poder y la dominación (muy poca, porque nadie es un dios sobre otro) y darle a entender al mundo entero que no hay diferencia entre una persona y otra, y mucho menos querer oprimirlas, porque viéndolo desde el punto de vista religioso: “todos somos iguales delante los ojos de nuestro Padre Jehová”, sea creyente o no creyente una persona, esta cita Bíblica, en general lleva a una reflexión, todos somos de la misma raza, cualidades, nada fuera de lo común como para pensar que hay algo superior dominante, hablando fisiológicamente, como para dominar a otro de la misma. Lo única diferencia es el poder, los bienes, el dinero que posee una persona, que hablaré más adelante.

No importa la raza, cultura, la forma de pensar de una persona, siempre y cuando alguien se digna en hacer un movimiento (resistencia) para luchar con lo que está mal o oprimiendo a uno a más personas de alguien o algo de sus derechos o necesidades, creándole una ira o enojo (indignación), esto llama y/o hace despertar a otros de que también están siendo oprimidos y que hay una solución. Por ejemplo, se puede citar a Julia Álvarez, autora del libro “En el tiempo de las Mariposas”, esta a pesar de que es extranjera, le llamó la atención este hecho de indignación, se digno y esforzó en investigar a fondo con entrevistas con Dedé Mirabal (única sobreviviente de las hermanas Mirabal); aunque hay mas autores, esta fue la que más se destacó. Las acciones que llevaron a cabo las Hermanas Mirabal de la represión en dictadura de Trujillo, en República Dominicana. Estas lucharon contra el tirano, no solo para derrocar su gobierno ni por venganza de las maldades que este les hizo, también para reclamar sus derechos entre los años 1930 y 1960. Aquellos derechos de la mujer que también exigían porque los hombres lo realizaban y ellas son iguales que ellos. Aquí venimos a recalcar sobre la raza, la igualdad, que ante situaciones como estas debemos indignarnos contra personas como estas, eran jóvenes y murieron jóvenes, por los derechos de la mujer, acción que internacionalmente se destacó. Julia Álvarez señala y recalca con su punto de vista y opinión acerca de estos derechos y de que no deben volver a ser oprimidos de nuevo, después de una larga lucha que tuvo un coto de vida de tres jóvenes dominicanas.

Pero hay que tener en cuenta que cuando se logra el fin de una lucha no debe ser internacional, sino, mundialmente, como se puede citar en el libro de “Indignez-vous!” de Stéphane Hessel. El mismo, parte de la Resistencia en Francia en los años 40, contra los Nazismo, totalitarismo y la represión de la tiranía y abuso que llevo a cabo Adolf Hitler. Stéphane lucho junto con a más movimientos en Francia en contra de un democracia liberal, los Declaración Mundial de los Derechos del Hombre y la guerra de los Nazis. El dejó como mensaje para los jóvenes que no dejen caer aquella lucha tan insaciable que tenía como fin una Francia libre, y no solos de potencias extrajeras, sino también de corrupciones, de importancia solo al dinero y franquicias extranjeras, no está mal tener estas franquicias pero tampoco depender de ellas totalmente. También el goce de la Declaración Mundial de los Derechos del Hombre, siendo partícipe de la creación de los mismos, ya que fue secretario gabinete asignado por Henri Laugier en la ONU.

En parte de los jóvenes dominicanos deben, en primer lugar, enriquecerse en el área de defender su democracia que ha sido fruto de personas que dieron la vida por esta y no para echarlas a perder en un futuro. No es una guerra ni una batalla por odio, tal vez en el pasado debió ser, para llevarla a cabo por como suelen decir “un clavo saca a otro clavo”, y no era una manera correcta, es decir, había armas en contra de armas, y en contra los que se oponían a los derechos y igualdad de todos. Es realizar una lucha, término muy diferente a los dos anteriores, es reclamar sin violencia como dice en “Indignez-vous!” (no-violencia) y no dejar perder los derechos por alguien que se está aprovechando del otro sólo por tener el poder y el dinero (corrupción).

 Tomando mucho en cuenta el mal uso del dinero, que es el único que hace diferenciar del uno al otro, tal y como dice Hessel en su libro: “La inmensa brecha que existe entre los pobres y los muy ricos y no cesa de crecer…”, y lo que no saben es que este poder puede llegar acabar con sus vidas si le dan mal uso. Y es lamentable pensar que hay jóvenes en la actualidad partícipes de esta corrupción y por solo tener los beneficios ciegamente lo apoyan.


“¡Indígnate!” dice Stéphane Hessel a los jóvenes, “Buscad y encontrarás”, en nuestro punto de vista de reflexión sobre el mensaje del autor, es abriendo los ojos de nosotros los jóvenes a luchar por los derechos, la independencia y en contra la corrupción que están arruinando nuestro mundo, un mundo que aquellos que son mayores de edad fueron jóvenes que lucharon sin saciar en búsqueda de la sed de la igualdad y una vida correcta y derecha, aunque nada es perfecto en los humanos, pero buscan que nosotros los jóvenes no dejemos perder esas ideas y esfuerzos que hubieron en un pasado y quedaron marcados para el resto de la historia. 



Ya es momento de que nos preocupemos mas por las cosas que realmente importa y nos dejemos de hacer de la “vista gorda” con los problemas sociales que amenazan con perjudicar la paz mundial. Para eso es la invitación a indignarte por parte del autor Stephan Hessel de ese mal que arropa la faz de la humanidad.

Ya es hora de que comencemos a tomar en cuenta  la inequidad financiera que existe actualmente, que no haya ese margen monetario tan grande entre los ricos y pobres, ya que cada día esa brecha va en un notable aumento. Es momento de dejar de estar de brazos cruzados esperando que otros ofrezcan soluciones.  Hay que tomar iniciativa y aporta ideas de soluciones.

Quedarse de brazos cruzados frente a una situación donde el trabajo de las instituciones llamadas a buscar el bien común deja mucho que desear, y la seguridad social como principio fundamental de la regla derecho es más bien un tema inexistente para las autoridades competentes.  En vez de obtener el prestigio infinito de hacer el trabajo a niveles de excelencia, se tratan temas de salarios de los funcionarios que ya son bastante altos que costeamos nosotros con la alta cantidad de impuestos que pagamos, donde aun vivimos en el proceso de desarrollo que nunca llega.

Lo peor de todo es que las cantidades de cosas negativas que vemos en la sociedad actual son innumerables y cada vez son más. Si miramos a nuestro alrededor vemos una cantidad inmensa de problemas sociales y preferimos hacernos los sordos, ciegos y mudos, para evitar supuestos conflictos con las personas que son parte de nuestro entorno cotidiano: preferimos hacernos los indiferentes a esos problemas y tomar acciones positivas ya cuando los problemas nos afectan de manera directa.

Cuando se habla de tomar acciones  positivas no es incursionar en la violencia o en acciones agresivas, o en vez de ser parte de la solución, estarías siendo parte del problema, la violencia ya es considerada como un mal  inevitable en la humanidades, estudios  realizados a patrones de conducta  del ser humano afirman que el hombre es violento por naturaleza, y la violencia es tan antigua como el mismo ser humano el mejor ejemplo de eso es citado en la biblia con el primer acto de violencia según ese libro sagrado que fue el asesinato de Caín a su hermano Abel.

La violencia trae más problemas ya sea a largo o corto plazo, porque cuando hay violencia en casi todos los casos contamos con la presencia de un agresor y un agredido, luego el agredido o personas cercanas al agredido querrán tomar represalias contra el agresor o los allegados del agresor. La violencia nunca termina por que la violencia solo trae más violencia y trae más problemas de los que resuelve.

Los Patrones violentos del ser humano son controlables, mediante un método que necesita un menor  esfuerzo;  El dialogo.
Indígnate

A nuestro entender esta obra es un beneficio para toda la humanidad en especial para los jóvenes, ya que nos lleva a recapacitar  sobre las cosas que no están bien a nivel mundial y como debemos reaccionar ante determinadas circunstancias, ya que da un mensaje sobre cómo cada una de las personas que habitamos el mundo no debemos resistirnos a lo indebido que sucede a nuestro alrededor y nos motiva a indignarnos sobre lo que consideramos que no está bien, nos ayuda a enfrentar las situaciones de manera paciente y sin violencia, sin afectar a otros con nuestras actitudes.

También nos enseña cómo ser un país democrático sin alterar el orden público, a no rendirnos, ni ser miedosos en los momentos que más valientes debemos ser, porque así podemos ayudar a que poco a poco el universo vaya cambiando y los niños inocentes dejen de sufrir por los actos de los adultos.

Se necesita un mundo de bien donde todos podamos vivir en paz, sin guerras, sin maldad, porque de seguir como vamos día tras día el fracaso será mayor. Tenemos que pensar en los más necesitados, no sólo de lo material, sino los que carecen de una buena educación, de valores, de una adecuada preparación, para que puedan surgir a través de estas enseñanzas personas capaces de hacer obras constructivas para la humanidad sin tener que utilizar la violencia para llevar a cabo un objetivo.

Hoy en día la sociedad está a falta de hombres y mujeres valientes que se enfrenten ante las malas tareas que se realizan a diario, ya que nos resistimos y nos sentamos a ver como se destruye el mundo y no somos capaces de hacer un mínimo esfuerzo y aportar obras positivas a la sociedad en que vivimos.

Consideramos que los niños deben ser la herramienta principal para luchar contra este mal, ya que son la única parte totalmente inocente de esta tierra, y que no tienen por qué desarrollarse en un ambiente mal sano, sino hacer la diferencia y poder cambiar la situación, por esta razón debemos hacer un esfuerzo por tener un mundo mejor, para que éstos crezcan en un ambiente sano y en armonía.

La democracia universal está muy floja ya que estamos a falta de individuos que pongan de su parte para formar grupos en contra de las injusticias y males que existen.

Tenemos la obligación de ser cada día mejor, nunca es tarde cuando se quieren lograr objetivos, es nuestro compromiso luchar por nuestra sociedad porque si Dios nos regalo todo, lo menos que podemos hacer es cuidarlo. Somos afortunados por el simple hecho de existir, vivamos en armonía y valoremos lo que tenemos para de esta manera ser agradecidos con el creador.   







(Todos los autores participaron en esta entrada)

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